Para mi ‘Memorias de Idhun‘ fue El Libro (bueno La Trilogía pero libro quedaba más dramático). Esos libros me maravillaron y me siguen maravillando cada vez que vuelvo a leerlos, no sabría decir por qué.
Por eso cuando Laura Gallego anunció que iba a sacar una nueva trilogía mi mundo se tiñó de rosa y los pájaros empezaron a cantar al son de la primavera.
Voy a ser sincera, Guardianes de la Ciudadela me ha gustado pero creo que me ha gustado más por la nostalgia de leer otra trilogía de Laura que porque realmente me guste… no se si se entiende el concepto.
Como dijo Jack el destripador (y Estopa): vamos por partes.
Sobre el libro.
Las pesadillas de Axlin eran seis: los galopantes, las pelusas, los dedoslargos, los nudosos, los crestados y los robahuesos. Había sido así desde que tenía memoria, y por esta razón nunca se había planteado la posibilidad de que pudiera existir otro tipo de horrores más allá de la empalizada del enclave en el que vivía.
El mundo está plagado por monstruos que atacan, raptan y matan a los humanos. Los supervivientes viven en enclaves protegidos por empalizadas y trampas anti monstruos, Axlin vive en uno de estos enclaves. Es la escriba de su aldea, en este mundo la mayoría de gente no se molesta en aprender a leer o escribir, se conforman con sobrevivir. Su curiosidad le lleva a querer saber más sobre los monstruos y escribir un bestiario que ayude a la gente a protegerse de ellos.
Así, se arma de valor, y sale de su enclave en busca de monstruos a los que estudiar.
Título: Guardianes de la Ciudadela I. El bestiario de Axlin
Editorial: Montena
Páginas: 512
Fechas de publicación España: 5 de abril 2018
ISBN: 978-849043931
Mi opinión.
Este es el punto de partida de la trilogía. Mi emoción por este libro era infinita. Lo devoré. Aparte, me encontraba en pleno bloqueo lector (tengo muchos de estos) y la única autora que me saca de ellos es Laura.
Este primer libro me gustó. Laura, una vez más, nos presenta un mundo bien fundamentado, organizado y original. Porque eso es lo que más me gusta de ella, crea personajes carismáticos y entrañables, crea un mundo sólido y te guía a través de él sin que tengas que hacer demasiado esfuerzo. No es una fantasía densa como, por ejemplo, ‘El nombre del viento’. Es algo más sencillo, y sencillo no tiene que ser malo, en este caso sencillo es agradable.
Tenemos los puntos clave y básicos de la fantasía «juvenil» (entrecomillo porque no me convence esta descripción). Un mundo distópico, una chica (independiente, valiente y generosa), un chico, una historia de amor, dones especiales, peligro, … Con todo esto se construye una historia que se lee casi sin querer. Entretenida, interesante, rápida y fácil sin ser demasiado básica.
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